Tu gata vuelve al anochecer
Sabe todo del Alba y sus crudos misterios
Y te lo susurra en sus anchas duermevelas
Tu sonríes, como si las diosas ateas
Te protegieran
Sabemos con certeza que eres una mimada de Medea.
Tu gata vuelve al anochecer
Siempre dispuesta a ronronear
Los secretos versos que atizan
La alegría de vivir
En tu exiliado corazón